viernes, 7 de marzo de 2014

Epilogo de Aventuras de todos los colores



AVENTURAS DE TODOS LOS COLORES
Coproducción Intercontinental

Por Avicarlos-Caracolamarina


EPILOGO

Me hallo esperanzado al fin. El transcurso del tiempo aportó bálsamo para las cicatrices inferidas moralmente por estos nefastos avatares.

Mi amiga Caracola, sufrió los suyos y lo cuenta en las páginas de monografias.com a las que a menudo acudo manteniendo nuestra amistad y animándonos mutuamente.

En cuanto a Venisa, desde que su marido contactó con empresarios Chinos, parece que desapareció con Joao supuestamente establecidos en Hong-Kong.

Mi hija Elena, antes de regresar a Dinamarca, perdiendo todo lo invertido en la Farmacia de Barcelona, aseguró que una vez liquidadas las cuentas de las que no quería responsabilizar a su amiga farmacéutica de Kolding, volvería para quedarse definitivamente en España junto a su marido.

La socia de Kolding, ante la abnegación de Elena por no querer que compartiera las pérdidas causadas en la apertura del negocio en Barcelona, le abonó sin ambages lo que le correspondía de la farmacia de Kolding. Cantidad generosa.

Su marido, con los ahorros obtenidos en la inmobiliaria, se vio con ánimos de procurarse la vuelta.
Ambos reunieron el dinero suficiente para adquirir una vivienda en Barcelona.
Las pérdidas por la farmacia traspasada a un capitalista, se paliaron hasta cierto punto por hallar el precio más que asequible de la vivienda adquirida. La crisis de las inmobiliarias se notaba y la falta de clientes, las inmobiliarias, la suplían rebajando precios hasta lo inimaginable.

Conociendo la Empresa que les vendió el piso la anterior actividad de mi yerno en Dinamarca, ofreció emplearle a él, como vendedor y a mi hija como oficinista. No se lo pensaron un momento ya que parecía que la desgracia del fallido negocio, se convertía en la solución ansiada de años en volver a su nostálgica ciudad natal.

Mientras nuestra vida se normalizaba, por un lado Tere y yo dejábamos de sufrir por las presumibles consecuencia del tema de Venisa y del atolladero de Elena, mi yerno empezó a dudar sobre su nuevo empleo. Pasaban meses y la obtención de clientes se hacía cada vez menor.
La empresa finalizaba obras y por lo visto tampoco le afluían los encargos con la necesaria asiduidad. El día angustioso llegó cuando anunciaron a nuestros hijos que la Empresa se acogía a los ERE, despidiendo al personal.

Aquí vinieron de nuevo las angustias por hallarse descapitalizados sin posibilidad de encontrar nuevos empleos. La crisis se mantenía y el número de desempleados alcanzaba cifras superiores a los seis millones, tendiendo a más.
Lo único bueno era que el piso lo compraron de contado, por lo cual, no dependían de bancos. Sin embargo sin ingresos, lo cobrado por despido, se desvanecería en poco tiempo.
Aquí jugó la baza vaticinada por Zeón que cuento en EL BUCLE TEMPORAL. en que merced a una amiga de Elena, vieron un local de Castelldefels que también por los mismos motivos de la crisis, se ofrecía a muy buen precio para operar en el negocio de la Restauración.
La apertura resultó un éxito, como cuento en EL PARTO DEL FOLLET, y siguieron meses en los que con altibajos llegaron a sostener el equilibrio de ingresos con gastos.

La principal ayuda la obtuvieron por la solidaridad familiar de ambos matrimonios participantes en el Follet, las cuatro ramas de familiares de los socios en el negocio, acudían con alguna frecuencia, acompañados de amigos e incluso, compañeros que reanudaban la amistad después de quince años ausentes. Los antiguos compañeros, ya estaban con parejas o acudían con sus hijos.
Pasado el primer año, EL FOLLET, reconocido por su originalidad en servicio gastronómico temático Catalán, tuvo que ampliar sus instalaciones por superar demasiados días overbooking de comensales.
El piso que antes era simple almacén lo convirtieron en sala de fiestas con capacidad para otras cincuenta personas.
A partir de este momento, sólo lamentan mis hijos que perdieron libertad de vacaciones y días de asueto teniendo que ser ellos mismos nuevos Empresarios, tomando a cuatro empleados para poder atender el negocio que ya disponía de once mesas en la calle, generalmente ocupadas.

Este fue el comienzo de una nueva etapa en la vida de los Españoles en que con bajos salarios y empleos parciales se iniciaba la recuperación vencida la crisis.

La angustia pues ya pasó. Ahora queda lo que nos depare el Porvenir.