Coproducción Intercontinental
Por Avicarlos-Caracolamarina
Cap 58
Propuso Venisa cambiar la historia vivida en Venecia, por pasar otros dos días en un país minúsculo que siempre le llamó la atención y era desconocido tanto por Joao como por ella misma. Liechtenstein. Ahora tenía la oportunidad de disfrutar del viaje sin sombras de Makrau.
Se trataba de un Reino de apenas 36.000 habitantes aprisionado entre fronteras Suizas y Austríacas, apropiado para prácticas de esquí. Como no era tiempo invernal, se dedicaron a recorrer la campiña bucólica, visitar el Castillo de Vaduz y el Museo de Liechstenstein.
Siendo el País de reducidas dimensiones, le recordó el Principado de Andorra, solo que aquí había menos bullicio.
Castillo de Vaduz
Centro de Vaduz
Museo de Liechstenstein
Arte Pobre- El Iglú de Merz
Un poblado de Liechstenstein
Para acabar con el mal sabor de la estancia en Venecia, se trasladaron a Ginebra donde después del obligado paseo turístico, a la mañana siguiente tomaron avión para Billund, en Dinamarca, país de sus angustias.
Se alojaron al Hotel Legoland y consecuentemente visitaron las magníficas instalaciones de la Empresa Lego con su exposición al aire libre.
Parque de Legoland
Luego Renata-Venisa, le brindó a su enamorado esposo, hospedarse cada noche en alguno de los albergues de juventud que a ella le sirvieron para zafarse durante un mes, casi tres años antes, de las garras de Makrau. Saludaría primero a los vecinos de Brorup, a quienes atendía como dama de compañía.
En Brorup, también se presentó ante los antiguos propietarios de la vivienda que tenía alquilada.
Joao, se quedó boquiabierto, como se entendía con los Daneses. Bien es verdad que mezclaba mucho inglés con poco danés. Incluso se le escapaban fonemas ítalos y porqué no, también portugueses. Se le había ya pegado por sus cuantiosas traducciones y redacciones de documentos en las oficinas Brasileñas.
Venisa, que era como la conocían los daneses, se excusó por desaparecer sin dar señales ni motivos. Que justo era lo que ahora quería darles a conocer. Su huida por salvar la vida. Comprendieron como no podía ser de otra manera al tratar con personas civilizadas y de severa educación.
Insistió en que le dijeran el perjuicio causado por incumplimiento del contrato alquiler, caso que su antiguo compañero lo hubiera desatendido. Se extrañó al saber que Makrau se retiró de Brorup, habiendo cumplido puntualmente.
Pero que se alegraban de que hubiera logrado una fuga con buen final.
Lo que le fue más difícil fue el encuentro con la Sra. mayor, vecina con la que tuvo mucha confianza, pasando veladas en su hogar.
Tuvo que contarle como los días que no la visitaba, era por ocultar las marcadas huellas en su rostro proporcionadas por el maltrato recibido de su compañero.
Aquella mujer, bien a las claras se dolió al conocer la causa. Para ella fue inconcebible que incluso hubiera desaparecido sin recibir su remuneración.
Y precisamente, la rareza de que Makrau les hubiera requerido información de ella.
¿Porqué se fue sin despedirse? ¿Y su compañero también lo ignoraba?.
Empezaron a comprenderlo al divulgarse la búsqueda policial de tal individuo. Y ya imaginaron desde entonces que algo iba mal entre ellos.
A continuación mostró la farmacia en Vejen en la que conoció a Elena su amiga confidente y finalmente de ayuda vital.
Y ya que estaban agotando los días de vacaciones previstos, antes de regresar a Billund para embarcarse de nuevo hasta Touluse, fueron a ver la farmacia de Kolding de la que ahora era copropietaria Elena lo mismo que con la farmacia establecida en Barcelona.
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