AVENTURAS DE TODOS LOS COLORES
Coproducción Intercontinental
Por Avicarlos-Caracolamarina
Coproducción Intercontinental
Por Avicarlos-Caracolamarina
Cap
56
Venisa tenía unas ganas locas de pisar las
calles de Bérgamo. Los recuerdos de su infancia, la desgraciada pérdida de sus
padres siendo niña y la educación recibida en los colegios de élite, pagados
por su abuelo, los revivía con nostalgia.
-Querido Joao, el crucero ha sido magnífico, pero ahora quiero
compartir contigo lo que fue mi vida antes de sucumbir a los engaños de Makrau.
Recorrieron lo más céntrico y visitaron los
edificios emblemáticos como
Chiostro Santa Marta.
Pero ya le saltaron las lágrimas al
visualizar la mansión de su abuelo. Como un potente imán, la atrajo hasta
llegar a su puerta. No pudo refrenar su ansia de entrar, por lo que llamó con
el picaporte aún conservado de antaño.
Salió la cocinera, a la que inmediatamente
reconoció, como la servidora de su abuelo.
Las explicaciones se sucedieron tras los
prolongados abrazos y las presentaciones con Joao.
Supieron así los novios cómo
aquella mujer fue testigo de la presencia de Makrau y conocedora de sus
fechorías tanto en Milano como en otras ciudades Europeas.
Fueron presentados a los actuales
propietarios. No los conocía personalmente ya que las gestiones de venta de la
herencia de su Abuelo, fueron realizadas por el Gestor de Milano, por poderes.
El matrimonio propietario, no salía de su asombro. Estaban enterados por
la prensa de los macabros desmanes de Makrau pensando que Venisa se hallaba a
su sombra. No podían imaginar la odisea sufrida por la que allí tenían
enfrente. Y menos aún que hubiera sabido escapar de las pesquisas tanto de los
mafiosos, como de las policías Italas, Españolas, Danesas, y Afganas.
Le permitieron recorrer la mansión que ya
no le resultó reconocible. Muchos eran los cambios realizados en distribución de
aposentos y su decoración.
Pero conservaron la antigua fachada y la
estructura del patio como claustro con sus esculturas y fuente central.
Se despidieron con afabilidad, con la paz
de haber superado el horror vivido durante dos años por el acecho persecutorio
de Makrau, en manos del cual hubiera perecido, si la hubiese localizado.
A la mañana siguiente se encontraron en
Florencia. Dos días fueron pocos para saciarse del arte que florecía, y nunca
mejor dicho, en todas partes. Calles, plazas, edificios singulares, Museos,
Pinacotecas, la historia de las Ciudades que constituyeron Italia, allí se
concentraba.
Y no podían faltar otros dos días en Venecia.
Allí los recuerdos se presentaron de otra manera.
AVENTURAS DE TODOS LOS COLORES
Coproducción Intercontinental
Por Avicarlos-Caracolamarina
Cap 57
Venisa se sintió embelesada, al sentarse en la góndola para de nuevo navegar por el Gran Canal de Venecia.
Expresó pormenores de la estancia que allí, protagonizó junto a Makrau, una década antes.
De forma natural, le mencionó. Lo hacía por un sentimiento de paz. Se sentía liberada del que fue un sátiro amenazador. Ahora con libertad placentera revivia con el hombre que amaba. Su inconsciencia juvenil la llevó a sentirse atraída por aquel aventurero misterioso. Se desencantó dos años después de estar unida informalmente con él.
Makrau pasó de ser un amable doncel, a un déspota. Todo por haber aceptado la herencia de su abuelo.
Sin tener ningún derecho, la trató como a una esclava sometiéndola a toda clase de vejaciones. Hasta exigirle cada vez con menos subterfugios, la administración su fortuna.
Y tantas veces como intentó abandonarle, fue maltratada. El pánico le cundió al fin al sufrir un amago de asesinato.
Ahora, ya sentada la cabeza, feliz por todo lo vivido junto a Joao, no deseaba otra cosa que mostrarle su amor. Y Joao, verdaderamente la quería a ella. Un potentado Brasileño, no requería para nada su pequeña fortuna. Menos aún cuando ya la redujo bastante entre lo que le robó Makrau, y las generosas dádivas para quienes contribuyeron a su fuga.
Joao, la escuchaba mohíno, pero la novedad del paseo turístico, le mitigaba unos celos incipientes carentes de razón.
Venisa insistió en alojarse en el mismo hotel que recordaba de su primera vez.
También dio detalles del comportamiento de Makrau al entrar en la alcoba. Joao, explotó.
-¿Para qué me trajiste aquí, Renata?. ¿Es que me quieres comparar con tu romance infantil?.
Como un jarrón de agua fría, le cayó la pregunta de su amado. Repentinamente, se dio cuenta que su sentimiento de paz, felicidad y amor por Joao, se entendería contrariamente, como nostalgia de un amor pasado. Y también se dio cuenta que ella albergaba era un afán de venganza por las humillaciones recibidas de Makrau.
-¡OH, amor mío! Que ciega estuve . Todo lo que expresé ha sido por indicarte el desprecio que tengo a este infeliz pasado mio. Quiero que sepas que no tuve un amor como el tuyo y que es precisamente por lo que recuerdo con odio, cómo me equivoqué con él.
Poco durmieron aquella noche. Se convirtió en una velada en la que las lágrimas de Venisa afluían con abundancia. Lamentaba constantemente no haberse expresado con claridad. Lo que ella quería era complacer a Joao y no recordarle que ya tuvo un amor.
Convencer a Joao del error inconsciente cometido, le costó una llantina prolongada.
De madrugada, agotada y destrozada por el mal trago pasado, requirió a Joao que la tomara como nunca. Quería saberse amada y perdonada.
Saludos de Avicarlos.
Coproducción Intercontinental
Por Avicarlos-Caracolamarina
Cap 57
Venisa se sintió embelesada, al sentarse en la góndola para de nuevo navegar por el Gran Canal de Venecia.
Expresó pormenores de la estancia que allí, protagonizó junto a Makrau, una década antes.
De forma natural, le mencionó. Lo hacía por un sentimiento de paz. Se sentía liberada del que fue un sátiro amenazador. Ahora con libertad placentera revivia con el hombre que amaba. Su inconsciencia juvenil la llevó a sentirse atraída por aquel aventurero misterioso. Se desencantó dos años después de estar unida informalmente con él.
Makrau pasó de ser un amable doncel, a un déspota. Todo por haber aceptado la herencia de su abuelo.
Sin tener ningún derecho, la trató como a una esclava sometiéndola a toda clase de vejaciones. Hasta exigirle cada vez con menos subterfugios, la administración su fortuna.
Y tantas veces como intentó abandonarle, fue maltratada. El pánico le cundió al fin al sufrir un amago de asesinato.
Ahora, ya sentada la cabeza, feliz por todo lo vivido junto a Joao, no deseaba otra cosa que mostrarle su amor. Y Joao, verdaderamente la quería a ella. Un potentado Brasileño, no requería para nada su pequeña fortuna. Menos aún cuando ya la redujo bastante entre lo que le robó Makrau, y las generosas dádivas para quienes contribuyeron a su fuga.
Joao, la escuchaba mohíno, pero la novedad del paseo turístico, le mitigaba unos celos incipientes carentes de razón.
Venisa insistió en alojarse en el mismo hotel que recordaba de su primera vez.
También dio detalles del comportamiento de Makrau al entrar en la alcoba. Joao, explotó.
-¿Para qué me trajiste aquí, Renata?. ¿Es que me quieres comparar con tu romance infantil?.
Como un jarrón de agua fría, le cayó la pregunta de su amado. Repentinamente, se dio cuenta que su sentimiento de paz, felicidad y amor por Joao, se entendería contrariamente, como nostalgia de un amor pasado. Y también se dio cuenta que ella albergaba era un afán de venganza por las humillaciones recibidas de Makrau.
-¡OH, amor mío! Que ciega estuve . Todo lo que expresé ha sido por indicarte el desprecio que tengo a este infeliz pasado mio. Quiero que sepas que no tuve un amor como el tuyo y que es precisamente por lo que recuerdo con odio, cómo me equivoqué con él.
Poco durmieron aquella noche. Se convirtió en una velada en la que las lágrimas de Venisa afluían con abundancia. Lamentaba constantemente no haberse expresado con claridad. Lo que ella quería era complacer a Joao y no recordarle que ya tuvo un amor.
Convencer a Joao del error inconsciente cometido, le costó una llantina prolongada.
De madrugada, agotada y destrozada por el mal trago pasado, requirió a Joao que la tomara como nunca. Quería saberse amada y perdonada.
Saludos de Avicarlos.
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