Aventruras de todos los colores
Coproducción Internacional
Avicarlos-Caracolamarina


Cap 24
Makrau no acababa de sentirse satisfecho con el golpe infringido a Abdul, en Gibraltar. El daño económico que le representó, con ser grande, no bastaba, por ser quien era.

Abdul con su extensa plantación en Afganistán y los laboratorios de transformación de la coca que regentaba, se hizo millonario. La única acción definitiva contra este potentado, era acabar con su vida. Y la manera de conseguirlo, sería que saliera de su guarida de Afganistán.

Sin imaginarlo Makrau, esto era lo que Abdul puso en práctica. Descubrió como Makrau entre Gibraltar y París, distribuía los lotes robados por las ciudades importantes, a través de camellos ilocalizables, pero casi la totalidad de la mercancía llegaba a París, donde se repartía en pequeñas cantidades a los pequeños vendedores. Sus transacciones las realizaban por las múltiples estaciones del metro.
Una vez obtuvo suficiente información, Abdul en persona dirigió a una docena de esbirros en París, armados y dispuestos a acabar con Makrau y su organización.

Tampoco le salió el plan según lo esperado. La organización de Makrau, no estaba desprevenida y la mayoría, eran duchos en el manejo de las pistolas. La refriega que provocó Abdul, sirvió para eliminar a la organización de Makrau. Le costó la vida a siete esbirros de ambas facciones, a cuatro los detuvieron y sólo uno, pudo escapar de la policía, con él.
Y lo peor lo asumió, al ver que su enemigo Makrau, no figuraba ni entre los muertos, ni en los detenidos por la policía francesa.

Makrau, esta vez se amedrentó. Tuvo que huir a Lausana, donde permaneció dos días encerrado en su apartamento, reflexionando sobre como debería actuar, una vez se enfriaran los ánimos policiales y la prensa dejara paso a otras noticias.
Al tercer día, se presentó ante Annecy en Ginebra, como si regresara de uno de tantos viajes de negocios. No esperaba la escena que le montaría su protegida.

Saludos de Avicarlos.

AVENTURAS de.....TODOS LOS COLORES

Correo número veinte:

Estimado Avicarlos..No recibí respuesta al correo anterior en que te contaba o bien que le va a Renata...
Gracias a mis contactos acá de amistades y de Bernarda, que es una amiga de"""" fierro forjado" o de"" titanio ""jejejejeje
Renata...se supo manejar muy acertadamente en Montevideo...Cumplió muy bien los encargos aduaneros de la Empresa de mis amigos.
Guiada por Bernarda...Que te anticipo, será la que se quede encargada de Renata.... Porque, yo tengo que viajar a Chile a Viña del Mar..Y no se cuanto tiempo me llevara este viaje, que es por motivos de salud... urgentes.

Así que, seguiré en contacto..Pero Bernarda, será la que estará pendiente de Renata en Buenos Aires y como será su vida de empleada de mis amigos...y sus diligencias y formas de adaptarse a la
ciudad.
Lo que será complicado,es el permiso de Residencia, pero mientras este trabajando, en la Empresa exportadora y viaje a Uruguay y a Brasil, no tendrá problemas, porque la VISA NO le vencerá...Entrando y saliendo al país.

Esas son las muy buenas novedades.
Ahora bien. Bernarda, tiene carácter muy frontal. Eso será bueno...Porque así ,Renata sabrá las cosas, por su nombre Nada de eufemismos, para decirlas ...Asi es Bernarda...
Que espero, sea lo mejor por ahora, para nuestra ""protegida.""
Sin mas, que contarte...Te mando saludos cariñosos, para Teresita y para tu hija y yerno....
Para ti saludines y todo viento en popa, como se dice en jerga marinera.
Caracolamarina

AVENTURAS DE TODOS LOS COLORES

Coproducción Intercontinental

Por Avicarlos-Caracolamarina

Email:

Querida Caracola: No hice comentarios a tus correos, por cuanto estoy aguardando noticias de mi hija, incorporada en su nueva faceta de copropietaria de una farmacia en Kolding. Pero por lo que cuentas, Renata, ya por fin halló su modus vivendi solucionado entre Baires y Montevideo. Seguro que se jactará de que la incorporen con bajos emolumentos, ya que no es ese su problema. Dame tu dirección  en Chile, que seguiré poniéndote al corriente de lo que se sepa de Makrau. Cada vez estamos más convencidos, que escapó de la escaramuza macabra habida en el metro de París.

Y también si ves oportuno, dame la dirección de Bernarda, caso que tenga ordenador personal y si te parece procedente comunicarme con ella.

Un abrazo de Tere y mío.

Cap 25

Makrau, dispuesto a relajarse, intentaba olvidar el mal encuentro con Abdul. Sabiendo que Annecy estaría aguardándole, por unos instantes se la imaginó a sus brazos.
Casi sin dar tiempo a que abriera la puerta para entrar en su casa, Annecy, por toda bienvenida, no ocultó su malestar por las largas ausencias de Makrau. Mas que recibirle con los brazos abiertos y labios propicios a los deseados besos, frunciendo el ceño, le increpó.

-¿Qué ocurre cuando te vas de mi lado?. ¿Cuáles son los negocios que te llevas entre manos?. Ni tú ni tus socios habéis aparecido por el Restaurante de Interlaken desde que me despedí, a petición tuya.

La cara de Makrau, demudó. Solo le faltaba la rebeldía de su manceba.

En su mente, se formó la imagen de Venisa, cuando le negaba someterse a su voluntad. La reacción fue instantánea.

Un fuerte y sonoro bofetón a la mejilla de Annecy, la anonadó. En breves segundos,  se le hinchó enrojecida, con la huella de los dedos de Makrau.

-¿Quién te crees que eres para pedirme explicaciones?. Recapacita y ya te veré cuando estés mejor dispuesta.

Enfurecido, la dejó atontada y se dirigió al bar cercano. Allí copa tras copa, fue mitigando su rabia.  Volvió a pensar en Abdul, y en la cantidad de Países en que  debía tomar precauciones de entrar en ellos, por las pesquisas policiales.

Dinamarca, Suecia, Italia, España y Francia. Por descontado, Afganistán, no por la policía pero si, por la organización de Abdul.

Casi que tendría que emigrar de Europa y pasar a EEUU.

Mientras se iba evadiendo por el alcohol, un parroquiano beodo, se le dirigió en términos poco amables. Acto seguido, se levantó para sacudirle descargando la rabia contenida, más le fallaron las piernas, cayendo al suelo en redondo.

El barman y dos camareros, lo recogieron y lo tumbaron en un sofá, abanicándole. Aguardaron a que le pasara el efecto del alcohol, se aseguraron que podía valerse por sí, le cobraron las consumiciones y le soltaron a la calle.

Un largo paseo, le despejó por completo. Pudo de nuevo razonar fríamente y se convenció que su exabrupto con Annecy, fue un error.

Unas horas después, resolvió, volver a verla y pedirle perdón.

Saludos de Avicarlos.